[EVENTO ONLINE - CRÓNICA]
Claudia Varela Bermúdez
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Tres mujeres diferentes unidas bajo tres historias inspiradoras. Cova Ruiz-Capillas, Jimena Santalices y Alba Lucío abrieron un hueco en su agenda el pasado domingo 14 de marzo y compartieron algunas de sus claves fundamentales para lanzarse a emprender. Todo ello a través de nuestra nueva aliada: la pantalla. Sus proyectos fueron el epicentro de este encuentro liderado por mujeres, donde las ganas de aprender y de conocer nuevos perfiles emprendedores estaban muy presentes. Asimismo, contamos con la voz de Malena Gómez Zanca. Ella abrió el evento con la canción Va a Salir, de Carmen Berrocal. Toda una proposición contra la violencia de género.
Cova Ruiz-Capillas, Peperoncino
Cova estaba en la playa con su madre cuando esta le dijo “¿Por qué no vendes las joyitas que haces en el mercadillo?”.
De izquierda a derecha, collares de Peperoncino y Covadonga Ruiz-Capillas, fundadora @peperoncinothebrand
Era una niña tan vergonzosa que no se atrevía a dar ese paso. Sin embargo, un día lo dio; mejor tarde que nunca. Con 22 años creó Peperoncino, una marca de joyas handmade donde ella se encarga de diseñar las piezas, presentarlas al público y venderlas.
Todo comenzó este verano, cuando vio en los cubrebocas una oportunidad para adornarlos con portamascarillas. A partir de ahí surgieron sus pendientes, pulseras, collares y su propio proyecto, apoyado bajo el eslogan: Remember to stay spicy!
En su marca, Cova apuesta por mostrar lo que más le gusta y más le representa: la cocina, la escritura o Italia (donde realizó su Erasmus). Estos constituyen algunos de los pilares que sustentan su vida y su proyecto: “he creado un espacio para volcar lo que me gusta”, señalaba.
Su familia y sus amigas representan otro de sus apoyos. De hecho, fue su tía la que también le recordó que la idea de vender sus joyas hechas a mano podía tener un futuro. Asimismo, sus amigas saben perfectamente lo implicada que está con Peperoncino. “Las cogía como modelos para hacerles fotos cuando quedábamos”, apuntaba Cova entre risas.
Peperoncino ha supuesto no solo un reto nuevo en la vida de Cova, que además se enfrenta a un trabajo y a la defensa de un TFG, también ha sido una experiencia que la está llenando por dentro y por fuera. Así lo compartía en una de las citas proyectadas en la pantalla: “Ser emprendedora no es fácil, es súper gratificante”.
Despertarse una mañana de primavera y ver un amanecer en Galicia, arropada bajo una manta y en compañía de un café.
Jimena Santalices vio una oportunidad para explotar en su tierra lucense, aunque su proyecto comenzó a 17.000 km, en Byron Bay (Australia). Por aquel entonces, Jimena había estudiado periodismo y se encontraba en Australia, donde conoció un territorio totalmente desconocido para ella, pero que la inspiró a emprender un nuevo proyecto.
Ella fue muy clara en cuanto a exponer sus fortalezas para emprender. La primera de ellas, aferrarse a las ganas; perseguir una meta significa ir a por ello y trabajar constantemente de la mano de la motivación. Ligado a esto viene la segunda premisa y la más repetida por ella a lo largo de su intervención, que no te hagan luz de gas; es decir, que no te infravaloren por querer conseguir algo grande o por el mero hecho de emprender. Y por último, saber autoformarse; importante cuando se entra en un terreno desconocido donde la autoformación es la mejor herramienta para combatir los retos.
Las Cabañas de Ancares son “alojamientos ‘simples’ y acogedores situados en Los Montes dos Ancares (Lugo) que invitan a disfrutar y conectar con las cosas sencillas y maravillosas de la vida”. Su idea era conseguir un rincón hogareño en estos acogedores paisajes, donde además llaman la atención la compañía de sus burritos, grandes protagonistas de este espacio.
“El 70% del público que visita las cabañas procede de Instagram”, señalaba Jimena, quien aprovechaba para reflexionar sobre la importancia de las redes sociales en el día a día y en los hábitos de consumo del actual cliente. La creadora de Las Cabañas apuntaba que dentro de lo devastadora que ha sido la pandemia, ella ha sabido ver “una oportunidad que explotar”. Existe una actual tendencia hacia los entornos naturales y espacios de ocio retirados de la gran ciudad. La Covid-19 ha sido la principal artífice de este cambio y aquí Las Cabañas de Ancares se convierte en el enclave perfecto.
Alba Lucío, guionista y coordinadora de guion
La valentía es una de las armas más valiosas de una mujer.
Cuando Alba Lucío inició su carrera universitaria ya sabía que el guión de cine era lo suyo. Estudió Comunicación Audiovisual y, desde entonces, no ha dejado de formarse dentro del ámbito del cine y de la televisión. Ha llegado a trabajar para series como Chiringuito de Pepe, Olmos y Robles y La Otra Mirada. Es coordinadora de guión en la serie diaria de Bambú Dos Vidas, que ha visto la luz este 2021.
La guionista destacó varios aspectos de su carrera profesional en el mundo audiovisual y alguna que otra dificultad que están presentes en el camino. Alba confía en su gran talento para la construcción de relatos audiovisuales. Confesaba que “te tiene que salir de dentro y tienes que conocer el formato”. Puede que el don lo tengan algunas personas pero el trabajo y la perseverancia son elementos que se mantienen constantes para conseguir los objetivos: “Aunque mucha gente piense lo contrario, mi trabajo también empieza a las 9 de la mañana con un café en la mano. En él se requiere mucho tiempo, experiencia y creatividad para escribir”.
Uno de los temores que perturba a los creadores de historias es el de quedarse en blanco. Alba no lo ha experimentado y, aunque es consciente de su existencia, aseguraba que con el tiempo y la experiencia ese miedo desaparece. “La mente está entrenada para crear y con el tiempo se van generando los mecanismos narrativos para plasmar ideas”, de esta forma, se puede tener una historia aunque, como en todo, siempre se tienen bajadas y picos creativos.
Lo que empezó como una secuencia de experiencias profesionales acabó en una charla donde, poco a poco, fueron participando otras compañeras. De esta manera, fueron varias las preguntas a las que Alba dio respuesta, así como comentarios, risas cómplices y un ambiente de sororidad.
¿Cómo se llega a crear una historia?
Lo primero, se tienen que tener ganas y vocación. Recordemos que escribir es como emprender: comienzas un nuevo proyecto en el que vas a trabajar. También tienes que conocer el formato; tanto si vas a escribir un libro, como hacer un corto, una serie o una película la formación es necesaria. Y luego, tienes que tener muy claro qué es lo que se quiere contar, saber lo que se quiere transmitir; esta puede que sea la parte más difícil.
En cuanto a la serie La otra mirada, ¿qué temáticas o problemas sociales destacarías de esta serie que siguen persistiendo en la actualidad?
Prácticamente todos los temas que se abordan. La idea era utilizar los años 20 como espejo para hablar de aquellas cuestiones en las que no se ha avanzado tanto, es decir, crear un diálogo entre el pasado y el presente.
Uno de los temas que se muestra se ve a través del personaje de Roberta, quien es violada por su novio y decide denunciar. Esta cuestión coincidió con el asunto de ‘La Manada’. A raíz de este capítulo, creamos un mensaje de sororidad en el que, pese a mostrar la cruda realidad de la mujer, se crea una red.
También tocamos otros temas, por ejemplo, en la segunda temporada con la mujer en el deporte o las enfermedades mentales. Siempre buscamos transmitir un mensaje relacionado con el apoyo y la sororidad en cuanto a estos temas.
Dentro de ajustarte a lo que la película o la serie te demanda, ¿cómo se puede escribir un guión desde una perspectiva feminista?
Yo creo que no solo no hay una receta, sino que no debe haberla. Si tienes que forzar algo, probablemente, el resultado no va a ser bueno. Yo creo que uno escribe una historia feminista cuando relamente se siente feminista o está intersado por ello. Existen unos esquemas para crear historias feministas, pero estos esquemas no funcionan si las personas que están detrás escribiendo no creen en ello. Desde ese punto de vista, para mí es importante crear personajes femeninos que sean igual de complejos que los personajes masculinos y, además, que sean personajes femeninos diversos en edad, en género, que sean protagonistas, antagonistas, dramáticos, cómicos… que estén igual de cuidados que los masculinos. En los años 20 se creaba primero al protagonista masculino y se dejaba de último a la mujer. Ahora esto ha cambiado y hasta ha aparecido un boom de series protagonizadas por mujeres.
¿Te has encontrado con alguna dificultad en tu profesión por el hecho de ser mujer y también por el hecho de ser joven?
Sí, la mezcla de ambas cosas es bastante explosiva... y me sigue pasando. Hasta hace poco era una profesión muy masculinizada, especialmente, en cine. Antes, los equipos de guion eran de mayoría masculina y muchas veces se cogían a mujeres para situaciones como escribir la trama amorosa o para escribir la trama de los adolescentes.
Nuestro trabajo consiste en mucho tiempo de discutir y debatir entre nosotros y tradicionalmente esta manera de comunicarse era muy agresiva: alzando la voz o pisarse los unos a los otros cuando se habla. Cuando eres mujer y eres minoría, este hecho te impacta y estás esperando al momento de intervenir. Esta dinámica cambia un poco cuando el equipo está liderado por mujeres, genera más confianza. Ahora que soy coordinadora atiendo mucho a esto, intento dar siempre la palabra o intervenir cuando hay subidas de tono. Creo que las mujeres controlamos más este principio y generamos un mejor ambiente de trabajo.
¿Qué consejo darías a una mujer que quiere ser guionista?
Uno muy básico: que lo intente y no decaiga. Mantenerse es muy difícil ya que a veces podemos trabajar mucho un año y al año siguiente no tener nada, por lo que hay que ser paciente y tomárselo con calma. Ser mujer puede suponer una dificultad, pero por suerte las cosas están cambiando. En los últimos años he visto mucha mejoría en este aspecto.
Dudas, respuestas, mensajes motivadores o consejos inundaron la pantalla durante las casi dos horas de encuentro que marcaron la tarde del domingo 14 de marzo. Ni desde el propio equipo de Púrpura Issue nos esperábamos alcanzar un clima tan especial como el de ese día. Agradecimos la acogida y recibimos la satisfacción de las invitadas. Ellas fortalecieron sus discursos con el de sus compañeras y agradecieron la creación de esta red de contacto, tanto profesional como de empoderamiento femenino.
¡Gracias por hacer esto posible!
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