[CULTURA, ARTE]
Isabel de la Vega
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Formada como Historiadora del Arte, Martha Saint-Martin (Ciudad de México, 1995), mejor conocida como Sushi con K-tsup, es una artista visual e ilustradora. Entre sus intereses está mostrar la vulnerabilidad de los sujetos que se sirven del arte como medio para propiciar la empatía hacia los demás. Abocada a la danza contemporánea, ésta le ha permitido generar una aproximación más cercana al cuerpo, reflejado en su trabajo a través de las emociones y materializado en texturas suaves, tal como el bordado.
Asimismo, para obtener su título de la licenciatura en Estudio e Historia de las Artes, Sushi con K-tsup cursó el Diplomado en Edición de publicaciones impresas y digitales en la Universidad del Claustro de Sor Juana, por lo que obtuvo su título con la investigación que nombró “Mujeres de Imaginario Maya”.
Dicho trabajo final constó en el análisis de las figurillas mayas femeninas que se exhibieron en el Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México, de enero a octubre de 2019. Mostraba, en sus propias palabras, “cómo eran percibidas las mujeres en el imaginario maya y cómo se representan en el museo a través de su curaduría”.
De esta forma, es que completó la plaquette, forma en que se materializó su investigación. Ilustró el cuerpo del texto con dibujos de su autoría de todas las piezas que en ese momento se exhibían. Dicha empresa le hizo afianzar su gusto por la ilustración, por lo que tomó la decisión de que formara una parte significativa en su vida.
Martha Saint-Martin tuvo su primera participación como ilustradora en el compendio Pulso: Antología urgente, libro ilustrado de manera digital que marcó una dirección nueva en su vida personal y profesional. Sus valores feministas hacen que su trabajo también gire en torno a ello.
Close Up (serie), 2021, Gouache y lápiz de color sobre papel. Martha Saint-Martin
Inicialmente, la artista no deseaba abordar el feminismo en su trabajo por considerar que en las artes, así como en todos los ámbitos, ha habido áreas relegadas al género femenimo, tal como el bordado. Consideraba que incluir piezas con esta técnica no abonaría la idea de que la mujer pudiese incidir en todos los campos artísticos, sino que más bien continuaría encasillándola. Poco después se dio cuenta de que había mujeres que se comunicaban a través del bordado y que esta era una buena forma de hacerlo ella también. Era un modo de reivindicar el feminismo y así lo rescata y materializa Saint-Martin en su obra.
No fue hasta más tarde, cuando conoció el trabajo de la artista chilena Antonia Alarcón, quien resignifica la tradición del bordado haciendo de él piezas de arte contemporáneo, que Sushi con K-tsup comenzó a interesarse e introducirse en dicha técnica. Con ella tomó un curso de bordado creativo, que al estar enfocado a la práctica artística, pudo relacionarlo con la ilustración. Con ello logró resaltar y rescatar el potencial que el bordado permite.
De igual manera, al introducirse en este ámbito y percatarse del inmenso trabajo que esta delicada labor demanda, sitúa su trabajo en posición opuesta a la forma acelerada en que viven las personas. Con unos hábitos de consumo ligados al ahora, rápido, fuerte y constante, con la búsqueda del placer de forma instantánea, su obra pretende hacer reflexionar a los espectadores al respecto.
De esta forma, sus piezas funcionan como resistencia, simbolismo de la “ternura radical” y postura opuesta a la impasibilidad frente al otro. Toma en cuenta el hecho de que, mientras más vulnerables y sensibles se muestren las personas, mayor será la creación de relaciones de empatía y menor será la violencia. Es entonces que el arte funge como medio para crear estos puentes.
Me encanta la obra de Martha Saint Martin, es moderna con dejos tradicionales, sin duda una gran promesa en evolución para el arte