[MODA]
Colaboración con Lucía Ruiz-Capillas Sánchez, comunicadora especializada en moda
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En una sociedad en la que las conversaciones sobre identidad de género están cada vez más presentes, la moda escucha al consumidor y se va sumando progresivamente a la tendencia genderless o agender.
Para comprender por qué surge esta tendencia y qué es lo que implica resulta fundamental interiorizar las diferencias entre sexo y género; entendiendo que las identidades de género se crean en torno a las sociedades y van mutando a lo largo de los años. Tales identidades tienen su reflejo en la moda, ya que la vestimenta cumple un rol fundamental en la sociedad, no solo abrigando y protegiendo al cuerpo, sino también comunicando un mensaje y posicionando al portador en un determinado estrato socioeconómico a la par que muestra algunos aspectos de su personalidad.
Diferencias entre sexo y género
Sexo y género son dos conceptos diferentes que a veces tienden a confundirse o utilizarse indistintamente por error. Mientras que el sexo hace referencia a las características biológicas (órganos reproductivos, hormonas, etc.) con las que nace -en este caso- una persona; el género es resultado de una construcción social y cultural. Por tanto, en términos de sexo, podríamos diferenciar tradicionalmente entre hombre y mujer, mientras que en términos de género hablaríamos de masculino o femenino. El género lo construye una sociedad en base a lo que considera que es “de chico” o “de chica”; es decir, comprende el comportamiento esperable y deseable para cada uno de los sexos en función de cada cultura o sociedad.
Por tanto, se podría decir que con el sexo se nace, mientras que el género se aprende.
En cuestión de sexo, además de hombre y mujer, cada vez se está dando más visibilidad a las personas intersexuales o intersex. Esto muestra la existencia de hombres, mujeres y personas intersexuales, que son aquellas que nacen con signos tanto de hombre como de mujer de manera simultánea y que hasta hace relativamente poco quedaban prácticamente invisibilizadas).
Saber distinguir entre sexo y género puede parecer un asunto insustancial; sin embargo, es fundamental para comprender expresiones artísticas como lo pueden ser las prendas que conforman una colección de moda sin género.
Identidad de género tradicional vs. los cambios del nuevo paradigma
Durante las últimas décadas, nuestra sociedad ha funcionado en base a una dicotomía en la concepción del género, que pasaba por definir los comportamientos, apariencia, etc. de los hombres como contrapuestos a los de las mujeres, y viceversa. De este modo, lo masculino y lo femenino se han tratado como conceptos contrarios, esperando asociar lo masculino a los hombres y lo femenino a las mujeres en cuestiones de comportamiento, gustos, forma de vestir…
Sin embargo, algunos sectores de la sociedad llevan años revelándose, por ejemplo, contra la idea de masculinidad hegemónica: ese hombre que puede con todo, que es fuerte, protector, proveedor, no se dedica a los cuidados, ni llora, etc., dando cabida a las nuevas masculinidades. Este hecho resta presión a los hombres, dejando claro que pueden ser cariñosos, que no tienen por qué ser violentos o que pueden vestir con prendas tradicionalmente no asociadas a los hombres en la cultura occidental.
Este cambio de paradigma afecta también a las ideas de feminidad y reivindica que ciertos comportamientos y/o actitudes que se esperan de las mujeres están completamente desfasados a día de hoy y que la moda no tiene por qué ceñirse a lo que tradicionalmente se ha identificado como “ropa masculina” y “ropa femenina”.
¿Qué reflejo se está viendo en el mundo de la moda?
En un entorno en el que las nuevas masculinidades están emergiendo; o lo que es lo mismo, en el que se están redefiniendo las ideas de masculinidad y feminidad y en el que los y las jóvenes tienen cada vez ideas más fluidas sobre el género, la moda actúa como reflejo de la sociedad y trae a la palestra esta inquietud en forma de tendencia: la moda genderless o agender. Las grandes pasarelas de los últimos años en Milán, París, Nueva York o Londres han puesto de manifiesto el movimiento haciendo uso del poder de la moda para expresar (o no) el género de las personas.
Looks sin género en las últimas pasarelas. Gucci, Maison Margiela, Versace
La juventud actual tiene ideas mucho más fluidas sobre el género, lo cual se refleja en la moda y da impulso a lo genderless, redibujando un espacio neutro donde lo masculino y lo femenino tienen la posibilidad de convivir sin necesidad de definirse.
El mundo de la moda no ha querido quedarse atrás y desde 2015 la conversación sobre la ropa sin género aumenta de manera notable. Tras un famoso desfile de Gucci donde sus modelos vestían esta fusión de ropa sin género, sin tallas y con colores y formas neutras, se empezó a hablar del agender como futura posible tendencia más generalizada. En sus inicios, fue posible distinguir el auge de esta tendencia en el seno de las marcas de lujo, tales como Jean Paul Gaultier, Gucci, Prada o Givenchy. A través de colecciones más ornamentadas y exageradas dirigidas a celebrities y a un público más atrevido e innovador, lo genderless empezó a “ponerse de moda” en algunos sectores.
Colección sin género de Gucci. I-D
Con el paso de los años y las colecciones, y a medida que la conversación sobre los roles de género ha ido aumentando, marcas lowcost como Zara, H&M, Pull & Bear o Converse se han ido sumando a esta tendencia incluyendo -por el momento- pequeñas colecciones sin género. De este modo, cada vez se otorga mayor visibilidad a una conversación y a la voluntad de eliminar la presión social que vincula a los géneros con determinada vestimenta. Por tanto, ahora más que nunca es cuando se puede hablar de un inicio en la democratización de las prendas agender o de la ropa sin género.
¿Es genderless sinónimo de unisex?
Genderless y unisex son dos conceptos distintos; no desde el punto de vista estético, sino desde el punto de vista de la concepción y creación de las prendas. El término unisex nació en los años 60 para hacer referencia a las categorías en las que se mezclaban elementos que tradicionalmente se habían considerado masculinos con otros que tradicionalmente se habían
considerado femeninos.
Por tanto, la gran diferencia con el término genderless es que esta última tendencia no presta atención al género ni a lo que se considera masculino o femenino, sino que simplemente se basa en construir prendas para personas.
La moda genderless no se refiere a ser mujer y llevar un smoking a una fiesta, o ser hombre y ponerse una falda; sino que versa sobre una reinterpretación de los conceptos de hombre y mujer como modo de clasificación. La mentalidad de las nuevas generaciones -con referentes como Harry Styles, Billie Eilish, Jared Leto o Jaden Smith- presenta un desafío constante para la industria de la moda, que tiene que ponerse en la piel de su futuro consumidor para ofrecer productos acordes con sus gustos y preferencias y no quedar desfasado.
La gran diferencia con el término genderless es que esta última tendencia no presta atención al género ni a lo que se considera masculino o femenino, sino que simplemente se basa en construir prendas para personas.
Colecciones genderless.
H&M, Zara, Pull & Bear, Lacoste
Por tanto, la moda genderless deconstruye los conceptos binarios preconcebidos y cuestiona la relación de esos conceptos con el cuerpo humano. Cada vez se van desdibujando más y más las líneas de división de género en nombre de la expresión corporal, tal y como afirma Gucci, una de las marcas precursoras de esta tendencia.
Algunos de los referentes con concepciones fluidas sobre el género. gucci.com, Jared Leto, Billie Eilish, Jaden Smith
La moda nos recuerda, una vez más, que evoluciona de la mano de la sociedad puesto que es su reflejo. Por medio de las prendas de vestir se intuyen los cambios sociales, como una suerte de espejo de los sentimientos y comportamientos de toda una sociedad. Al igual que las mujeres celebramos en su día la democratización del pantalón (uno de los marcadores de género más importantes para la historia del mundo occidental según la historiadora Christine Bard), a día de hoy todos podemos celebrar la posibilidad de elegir la tendencia genderless a la hora de vestir, con opciones y precios para casi cualquier bolsillo.
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