Los meses de confinamiento y post-confinamiento nos han enseñado a parar y valorar. A nivel moda, es innegable el interés que se ha pronunciado hacia firmas sostenibles, vintage, artesanas, o las tres opciones.
Curioseando redes y plataformas en busca de inspiración, un mensaje de Jojo Vintage iluminó nuestra bandeja de entrada con una propuesta prometedora.
Así fue como, dispuestas a dar voz a la marca, nos sentamos frente a la pantalla del ordenador para debatir formas, tejidos y conceptos con Oliva Rodríguez, una joven malagueña concienciada con el medio ambiente y la transición hacia el slow fashion.
Jojo Vintage es el consecuente de un primer proyecto que esta joven dedicó a la confección de disfraces. Cuando Oliva tenía entre 14 y 15 años, decidió iniciarse en el mundo de la confección ya que, según confiesa, siempre le ha gustado hacer manualidades y artículos de artesanía. Sin embargo, lo que Jojo es hoy empezó tan solo hace un par de años, nos cuenta: “Yo había tenido durante la adolescencia una relación con la moda bastante básica, por así decirlo. Me iba a las típicas tiendas que conocemos todos y cada fin de semana me compraba un modelito para salir por ahí. Llegó un punto en el que me cansé de gastarme dinero en ropa que no me gustaba, de mala calidad y de fomentar una industria que para mí es de las peores que existen en el mundo”.
Así de transparente fue con nosotras, aunque con la misma expresión reivindicativa mostró dulzura en la voz y facciones, al menos aquellas que éramos capaces de captar a través de la webcam. Su postura frente a la industria textil nos había quedado clara: upcycling y vintage como modo de consumo.
Fue ese el punto de inflexión para que Oliva decidiese reciclar su propia ropa: “Empecé con cosas muy pequeñas. Creo que tengo subido a Instagram un post del primer top que me hice, que fue con una falda. De esa falda también saqué otro bolso, y todavía lo uso desde hace más de dos años y pico. Son mis prendas favoritas”. Su interés por la confección llegó incluso a cambiar las etiquetas de su armario, declarando que a día de hoy ha roto su relación con las "marcas típicas", aunque le resulta imposible confeccionarse todo lo necesario: "No todo lo que llevo me lo he fabricado yo, hay muchas otras marcas que me gustan y que son sostenibles. De hecho, desde que comencé con Instagram he descubierto un montón de firmas que me inspiran un montón por su forma de trabajar y por sus diseños”.
El cambio de armario
"Esto hace un año que no me lo pongo” es la frase que le sirve de filtro para decidir cuándo una prenda dejará de ocupar un lugar en su armario. Si hace un año que no se lo pone, o lo dona o lo cambia. Empezó vendiendo la ropa que tenía acumulada y a esta se fue uniendo prendas que cosía y a la gente le gustaba: "empecé vendiéndola a través de aplicaciones como Wallapop y Vinted y vi que me iba bien. Mis amigos, mi pareja, mis familiares me animaron a que me hiciese una marca en Instagram, y así es como surgió Jojo Vintage hace un año, justo un año ahora en agosto".
Jojo Vintage
En el proceso de creación de la marca, aunque tampoco tenía mucha idea de cómo se llamaría, tenía claro que en el nombre debía incluir la palabra "vintage". "El nombre fue algo fortuito totalmente: un libro que yo me leí de pequeña que se titula Jojo y otros temas como el anime, donde muchos personajes se llaman así. Jojo es pegadizo, aunque es verdad que todo el mundo lo llama “jojo”, pero mi intención es que sea “yoyo”".
Upcycling
"Si os digo la verdad, a nivel profesional no os puedo decir ningún tecnicismo". Así responde Oliva a nuestra pregunta sobre su formación en patronaje y costura. Todo lo que sabe hacer lo ha aprendido de forma autónoma, probando y diciendo, en palabras textuales: “me gusta esto y voy a intentar hacerlo”. Y si con la fórmula "ensayo-error no obtiene resultado recurre a todo tipo de fuentes, desde la red de redes hasta la más tradicional y rica en consejos: su abuela, de quien conserva la máquina de coser de 30 años. "La máquina no tiene manual de instrucciones, es alemana. Entonces yo voy probando, buscando en Internet y lo que surja".
El proceso de creación de sus prendas también se basa en la espontaneidad que Oliva ha encontrado en la costura: "me fijo en prendas que veo por la calle y las grabo en mi mente, luego la dibujo e intento confeccionarlas. Para hacerlas lo que hago es un boceto a papel, y luego hago otros más grandes y lo paso a la tela. A partir de ahí, cuando corto y uno, me doy cuenta que he tenido fallos de medida que tengo que ir arreglando". Oliva nos cuenta que, "a pesar de no conocer los tecnicismos de la profesión", ella trata de dar la mayor calidad que puede a las prendas, intentando que las costuras estén bien reforzadas.
N: ¿Alguna vez has considerado la costura como una posible futura profesión?
O: No. Sí que me gustaría pero no me lo he plantado porque para mí esto es un hobby. Yo tengo por otro lado mi carrera, y una oposición que preparar. Mucha gente me escribe por Instagram y me dice: “¡Apúntate a Maestros de la Costura!”, y yo respondo: “sí me encantaría, pero yo realmente soy opositora”.
Esto lo hago porque me entretiene, porque es mi hobby y porque me encanta. No es mi forma de vida, ni es a lo que me voy a dedicar para siempre. Lo haré, pero de una manera más secundaria. En el momento en que apruebe la oposición supongo que tendré que bajar el rendimiento de esto, seguiré cosiendo porque es lo que me gusta pero ya no lo haré tan visible.
Top Katherine, falda Anne, bolsa flores y bolsa cuadros vichy, Jojo Vintage. Púrpura Issue
Debido a la pandemia por Covid-19, Oliva aseguró haber notado un aumento en su público tras el confinamiento iniciado en marzo de este año. Todo ha sido gracias a las redes sociales y, en especial, a Instagram, pues esos meses de encierro la ayudaron a sacar el máximo provecho en la confección y distribución de las prendas, algunas como las mascarillas de nueva incorporación.
C: Este tiempo de cuarentena, ¿te ha servido para centrarte en la marca y/o generar más audiencia?
O: La verdad es que sí. Durante la cuarentena, creció un montón mi público, sobre todo en Instagram. Tampoco entiendo muy bien cómo pudo ser. Yo estuve haciendo mucha promoción, pero quizá la gente estaba mucho más atenta a las redes sociales y, como no podían satisfacer sus ansias de comprar en Zara, pues descubrieron otras marcas de gente que solo vende por Instagram porque no puede permitirse comprarse un local.
Entonces sí que creció un montón mi público y, obviamente, mi rendimiento también. No ha habido ni un día durante la cuarentena en el que no haya cosido, literalmente. Ya llegaba un momento en que decía “ya no tengo ni ganas de coser, pero tampoco tengo otra cosa que hacer”. O sea, terminaba de estudiar, llegaban las ocho de la tarde y, en vez de irme a tomar algo, pues me ponía a coser hasta las once de la noche. Supongo que eso también ha influido en atraer más gente.
Mascarillas flores y cuadros vichy, Jojo Vintage. Púrpura Issue
C: Además ahora hay mucho más impulso al comercio local y apoyo a la sostenibilidad. Precisamente esta es otra de las premisas de tu marca: "reciclar tejidos".
O: Yo normalmente todo lo que hago es reutilizando telas, e intento sacarle el máximo partido. He empezado a recopilar los desperdicios que produzco y en un mes solo tengo una bolita de hilo, pues toda la tela la utilizo para algo, aunque sea el trozo mínimo lo utilizo para hacer una etiqueta que ponga “Jojo”.
También noté que, durante la cuarentena, mi capacidad para darle vida a prendas aumentó muchísimo porque no tenía posibilidad de ir a ver telas, no tenía posibilidad de ir a tiendas vintage y comprar material, entonces con lo que tenía en casa era con lo que tenía que trabajar. Muchas veces tenía retales muy pequeños y decía: “Madre mía, que hago yo con este retal tan pequeño. Pero siempre acababa encontrándole una función”.
Oliva desaparece por un momento de la pantalla, se pierde en unas escaleras al final de la habitación donde se encuentra confinada y aparece a los pocos minutos. Nos muestra tejidos de organza y algodón delicado. Esas eran las telas que había seleccionado para la colección Púrpura.
N: ¿Dónde sueles comprar las prendas o tejidos que reutilizas?
O: Normalmente es ropa mía o ropa que me da mi madre o mis hermanas, que también tienen mucha ropa y les he intentado introducir en el mundo de la sostenibilidad. Entonces he tenido un montón de ropa que ha sido donada.
También he conseguido ropa en muchos intercambios que he organizado yo o en los que he participado. Esto consiste en que la gente lleva su ropa y tú la tuya y la intercambias. Y la verdad es que yo he llevado alguna prenda bonita, a la que le tenía algún cariño y, a cambio, he conseguido prendas súper guay, tanto aquí en Malaga como en Madrid.
También me nutro de tiendas vintage o solidarias. En estas últimas se vende un montón: telas de segunda mano, cortinas, etc. He hecho ropa súper bonita con cortinas, manteles...
Top Brigitte y bolsa cuadros vichy, Jojo Vintage. Púrpura Issue
C: ¿Cuál es tu relación actual con el fast fashion?
O: Yo rompí con las marcas típicas, aunque no para todo. Por ejemplo, yo no me fabrico bikinis ni zapatos. Es cierto, que intento buscar siempre alguna alternativa, pero tampoco me he esforzado mucho en ese tipo de prendas.
Por supuesto, estoy totalmente en contra del fast fashion, pero también entiendo que muchas veces las alternativas que se proponen son un poco “elitistas” y están enfocadas a un público adinerado y bien posicionado. Entonces, considero que eso no es para mí. Además, es que Zara y estas marcas, aparte de ser baratas, dan un diseño que es más aceptado para el resto. Me da coraje porque, habiendo un montón de alternativas sostenibles, estas se presentan como elitistas.
Yo con mi marca ofrezco algo que es para todo el mundo, con un precio asequible. Obviamente le saco un beneficio, pero tampoco voy a vender la ropa por un precio desorbitado, porque me parecería absurdo.
Lo de pensar conjuntos para mí también es súper importante, porque yo antes tenía la mente súper cerrada, y era como: “esta camiseta tiene que ir con este pantalón”, “así es como me lo tengo que poner y me lo pongo una vez y no me lo pongo más porque ya me lo he puesto”. Y ahora es como: “No me voy a comprar o me voy a hacer esta camiseta y la voy a combinar con esta falda, en invierno me la voy a poner con una camiseta de manga larga debajo, en verano le corto las mangas y me lo pongo con otra cosa”. Intento darle muchísimas más vueltas a la ropa que tengo, para hacer el máximo de outfits con el menor número de prendas posible.
UN POCO DE CONTEXTO DE LA INDUSTRIA TEXTIL
Seguro que ya has oído que la industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta. Esto se debe al fenómeno fast fashion. ¿Sabías que, de media en España, cuatro de cada diez prendas que compramos no se llegan a estrenar? Y que, si nos ponemos esa prenda, tan solo lo haremos unas tres veces.
¿Qué pasa cuando nos cansamos de la ropa que compramos?
En nuestro país, cada persona genera 14 kilos de residuos textiles en un año y un 85% acaba enterrada en vertederos. Según la ONU, cada segundo se entierra o quema una cantidad de ropa equivalente a un camión de basura. También advierte que, si la industria de la moda continúa trabajando con el enfoque actual, las emisiones de gases contaminantes de esta industria aumentarán casi un 50% para 2030.
El gasto de agua para la producción de ropa también es terrorífico. Por ejemplo, para confeccionar unos vaqueros se requieren 7.500 litros de agua, lo que bebe una persona en siete años.
¿Qué podemos hacer para hacer frente a estos grandes problemas?
Existen diferentes alternativas, y, aunque la moda más sostenible es la que ya tenemos en el armario, el mercado de segunda mano y el upcycling son una solución y no es nada nuevo… ¡ya lo hacían nuestros abuelos!
"Gracias por todo el trabajo Oliva, ha quedado una colección preciosa y llena de valores" fueron de las frases que más repetimos al terminar este increíble proyecto de crecimiento y aprendizaje en equipo.
A continuación de mostramos la colección completa y el link directo para que puedas comprarlas si así lo deseas.
De izquierda a derecha...
CONJUNTO 1.
Top Rosa
Falda Marsha
CONJUNTO 2.
Camisa Margarita
Falda Marsha
CONJUNTO 3.
Top Brigitte
CONJUNTO 4.
Top Gerda
Bolsa cuadros vichy
CONJUNTO 5.
Top Marie
Falda Anne
Bolsa cuadros vichy
CONJUNTO 6.
Top Katherine
Falda Anne
Bolsa flores
En la parte superior, camisa Margarita y falda Anne. En la inferior, top Marie y falda Anne. Jojo Vintage para Púrpura Issue.
Redacción Claudia Varela Bermúdez
Alicia Torres Alcubierre
Nazaret Rodríguez Pérez
Confección Oliva Rodríguez Martín (jojo.vintage)
Ilustración Alba González Torres (alba.gonto)
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