Desde hace algunos años, hemos observado una completa renovación del panorama musical en muchos aspectos. Entre algunos de estos cambios encontramos un creciente posicionamiento de líderes femeninas en todos los géneros: desde el pop más comercial, géneros latinos (que en los últimos tiempos están rompiendo récords), hasta los artistas más independientes. Además, notamos una mayor actitud crítica de ellas con el mundo que nos siempre las toma tan en cuenta como se merecen.
Uno de los ejemplos más representativos lo podemos encontrar con la cantautora Taylor Swift, la cual cuenta con una carrera profesional bastante extensa que abarca desde el country con el que debutó al pop con el que continúa en su séptimo álbum, Lover. En él encontramos claras referencias políticas, con fuertes intenciones de reformar el status quo que atraviesa Estados Unidos en estos momentos, pero con las que también pretende reclamar a nivel global los derechos de la lucha LGTB+ y el protagonismo y respeto de las artistas del sector.
Algunas de estas referencias las podemos encontrar en el vídeo de su tema “You Need To Calm Down”, canción en la que pide la igualdad de todos los individuos, independientemente de su orientación sexual. Junto a esto rechaza la competición a la que a menudo someten los medios de comunicación a las cantantes, ya sea por su aspecto físico, relaciones personales o cualquier otro factor. Es más, al finalizar el vídeo podemos acceder a la petición que la artista hizo en la plataforma digital “Change.org” a favor del “Equality Act”, con el que quiere conseguir la protección para el colectivo en escuelas, lugares de trabajo y otros espacios públicos: https://www.change.org/p/support-the-equality-act
Esta ya posee más de medio millón de firmas, y en la pasada entrega de los premios VMA la artistas señaló que con una quinta parte (100.000) ya se tenía que haber conseguido una respuesta por parte de la Casa Blanca, lo que quiere decir que el tiempo corre y esta no puede tardar mucho en llegar.
Pero esto no es algo nuevo. Swift nos venía avisando de que algo distinto se avecinaba. Ya lo notamos en su anterior producción, Reputation: una completa ruptura de todo lo anterior que habíamos escuchado con 1989, el disco con el que saltó a todos los medios por el contraste del pop que empezaba a experimentar con su country natal.
Recibió tal cantidad de críticas acerca de todas las esferas de su vida que en algunas canciones del disco se pueden detectar versos como “Si un hombre habla mal de mí, entonces no le debo nada”; “Están quemando a todas las brujas, aunque no seas una de ellas; tienen horcas y tienen pruebas” , “Pero me volví más lista, me hice más dura justo a tiempo” o “Este es un brindis por amigos de verdad, a ellos no les importa eso (de él dijo, ella dijo), este es por mi amado, que no lee lo que dicen de mí últimamente, y este por mi madre, quien tuvo que escuchar todo este drama”. Con versos tan tristes como estos podemos hacernos una idea de cómo ha sido atacada y como pretende luchar para que ninguna artista femenina sea menospreciada por el mero hecho de ser mujer.
“ Si un hombre habla mal de mí, entonces no le debo nada” Taylor Swift
También señala a los medios de comunicación como principales causantes de las manipulaciones y ataques a sus relaciones personales, razón por la cual mantiene en total discrección la que tiene con el actor británico Joe Alwyn, a quién también dedica muchas de sus románticas letras en sus nuevas canciones. Ya pudimos darnos cuenta de cómo en Reputation ponía el grito en el cielo sobre la mala imagen que dieron sobre ella; en Lover podemos observar cómo mantiene en el foco de atención exigir al presidente Trump plena igualdad de derechos y reclamar un lenguaje inclusivo en la industria musical, que hoy por hoy todavía sigue siendo una tarea pendiente.
No ha sido ni mucho menos la primera artista en defender estos valores. Junto con los ejemplos de Rihanna o Beyoncé vemos como artistas con la suficiente capacidad de atención aprovechan su foco para intentar pedir la igualdad de derechos para todos, pero todavía queda mucho por hacer.
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