El Museo del Prado reúne por primera vez las obras de las artistas olvidadas: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana
El Renacimiento fue un momento cumbre para la historia ya que dejábamos atrás la oscura Edad Media para abrir los brazos a un momento de innovación y progreso. A día de hoy, lo que nos resulta más familiar del siglo XV y XVI es el arte, y todas y todos conocemos a artistas como Miguel Ángel, Rafael o Leonardo Da Vinci. Sin embargo no fueron los únicos que pintaron para Papas, reyes y grandes mecenas. La historia del arte se ha dejado en el tintero mencionar a otras grandes artistas como fueron Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana.
El próximo martes 22 de octubre el Museo del Prado inaugura su exposición Historia de dos Pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana, para dar a conocer la vida y la obra de estas mujeres. Por primera vez se reúnen los trabajos más importantes de ambas autoras que permanecerán en la Sala C del Edificio de los Jerónimos hasta el 2 de febrero de 2020.
Sofonisba Anguissola nació en 1535 en el norte de Italia y desde niña fue una precoz pintora junto a sus hermanas. Su fuerte eran los retratos y fue su destreza y habilidad lo que le hizo alcanzar la fama y llegar a trabajar en la corte de Felipe II como dama de una de sus esposas, la reina Isabel de Valois.
Como mujer, no se le permitía trabajar desnudos o cuadros mitológicos, por lo que toda su vida se limitó al retrato. A la muerte de Ia reina, continuó siendo retratista de la familia real, compartiendo cámara con algunos de los más conocidos artistas del momento como Tiziano o Alonso Sánchez de Coello. Fue tal la poca presencia que dieron a la autora que durante siglos el famoso retrato de Felipe II, que ha sido portada de revistas y secciones de historia, fue atribuido a otros pintores varones de la corte. El legado de Sofonisba Anguissola pasó desapercibido con el paso de los años hasta 1990 cuando se confirmó de forma oficial la autoría de muchos de sus cuadros.
Lavinia Fontana proviene de Bolonia y llegó al mundo en 1552. Lavinia es considerada una de las grandes estrellas olvidadas del Barroco ya que, al igual que Sofonisba, fue olvidada y sepultada por las obras de varones como Caravaggio o Guido Reni. Lavinia trabajó para las grandes familias italianas e incluso para el Papa Clemente VIII y el Papa Paulo V. Lo más sorprendente es que no solo se dedicó al retrato, sino que destacó por llegar a pintar desnudos, tanto masculinos como femeninos, además de cuadros mitológicos, lo cual, era excepcional en una mujer.
Aunque se nos describiera al Renacimiento y al Barroco como un periodo de luz y progreso, estas mujeres, a pesar de que tuvieron gran éxito en vida, fueron olvidadas a lo largo de los años. El Museo del Prado ofrece a los visitantes la oportunidad de contemplar, admirar y disfrutar de las obras de las artistas, y también la oportunidad para dar visibilidad a las mujeres que se han quedado a la sombra de los autores más reconocidos.
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