[OPINIÓN]
Paula Pardo Luz
La primera vez que vi Lo que el viento se llevó (1939) fue con mi yaya, una tarde de invierno de esas en las que no hay nada más que hacer. Es su película favorita, pero si ya con sus casi cuatro horas es larga, con anuncios y para una niña de 8 años decir que se me hizo eterna es quedarse corto. No fue hasta este año, en la asignatura de Historia de los medios audiovisuales cuando comprendí lo que supuso para el mundo del cine. Hace unos días volví a oír hablar de ella cuando la plataforma streaming HBO Max retiró Lo que el viento se llevó de su catálogo por considerarla racista. Sin embargo, la plataforma rectificó y anunció que volvería con una explicación y denuncia de su contexto. Investigando e informándome sobre el tema fue cuando descubrí la increíble historia de una de sus actrices, Hattie McDaniel, quien interpreta a Mammy, la criada.
Hattie McDaniel nació en Kansas y se crió en Denver. Era la menor de los 13 hijos de un matrimonio de esclavos liberados. Tras el crack del 29, la pobreza le hizo abandonar el grupo de vodevil que tenía con algunos de sus hermanos y cambiar el micrófono por la fregona para trabajar limpiando baños en un hotel. Hattie sabía que podía aportar más, así que un día en el que pidieron voluntarios para actuar en el espectáculo del hotel, no dudó en subirse al escenario para cantar y dejar al público boquiabierto. De espectáculo en espectáculo, acabó en Hollywood. Lejos de brillar como gran estrella, debido al código de censura Hays por el que los negros solo podían optar a papeles secundarios irrelevantes, Hattie no salía del rol de criada o sirvienta.
“Prefiero actuar de sirvienta y ganar 700 dólares semanales que ser una sirvienta y ganar 7”, Hattie McDaniel
Basada en la novela de Margaret Mitchell; en Lo que el viento se llevó, la criada Mammy sí que se salía del cliché de criada, pues era sarcástica y le plantaba cara a su señorita. Hattie era perfecta para ese papel. "Me encantó Mammy", declaró Hattie a la prensa, "creo que la entendí porque mi propia abuela trabajaba en una plantación similar a Tara". No solo le encantó a Hattie, pues Mammy logró hacerse un hueco en el corazón de muchos espectadores. Sin embargo, los haters han existido siempre, y esta vez el hate no solo venía de los blancos racistas, sino de algunos miembros de la comunidad negra ya que la veían como un insulto hacia ellos. Pero en lugar de arrepentirse o pedir perdón por una actuación elogiada por la crítica, Hattie se defendió: “Prefiero actuar de sirvienta y ganar 700 dólares semanales que ser una sirvienta y ganar 7”.
A pesar de las alabanzas que recibió su actuación, Hattie no fue invitada ni a la première ni a ningún otro acto de la película. Lo que el viento se llevó fue un éxito y fue nominada en 13 categorías de los Oscar, de las que consiguió ocho estatuillas y dos premios honoríficos. Ni siquiera la nominación de Hattie a mejor actriz de reparto sirvió para acabar por una noche con el racismo. No le dejaron acceder a la sala de premios hasta aceptar sentarse en una mesa al fondo, alejada de sus compañeros de equipo, y ni siquiera pudo posar con ellos para la foto. Sin embargo, la humillación sufrida no le impidió subirse al escenario radiante y emocionada a recoger su premio cuando Fay Bainter pronunció su nombre, convirtiéndose en la primera persona afroamericana en ganar un Oscar.
Este año, Netflix, con su serie Hollywood de Ryan Murphy, también se ha encargado de homenajear a la actriz. La serie hace una crítica al racismo y a la homofobia en el mundo del Hollywood de la Edad de Oro. Hattie aparece como referente y apoyo de otra actriz negra que quiere desencasillarse de los papeles de criada. Además la serie insinúa su posible romance con la actriz Talullah Bankhead.
Tuvo que pasar más de 10 años para que otro intérprete negro se volviese a subir al escenario a recoger un Oscar, y a día de hoy, tan solo siete actrices negras han conseguido el premio: Whoopi Goldberg, Halle Berry, Viola Davis, Lupita, Jennifer Hudson, Octavia Spencer y Mo’nique. Esta última, recogió su premio con un vestido azul turquesa y un recogido inspirados en el look con el que Hattie recogió su premio 70 años antes. De actriz a actriz, Mo’nique le dedicó también unas palabras de agradecimiento en su discurso: “Quiero agradecer a Hattie McDaniel por soportar todo lo que tuvo que soportar para que yo no tuviera que hacerlo".
Aún nos queda mucho camino para erradicar totalmente el racismo y conseguir la igualdad racial, por ello hay que dar pasos hacia delante pero censurando la primera película por la que un afroamericano consiguió el reconocimiento que se merecía es darlos hacia atrás. No sé cuándo Lo que el viento se llevó regresará al catálogo de HBO, pero en cuanto lo haga, tengo claro que la volveré a ver con mi yaya, esta vez prestando más atención y sobre todo disfrutando de Mammy y de Hattie McDaniel.
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